Medina Azahara, ‘la ciudad del azahar’, en Córdoba (1)

15 marzo, 2009
Fotografía: Toni Escuder

Fotografía: Toni Escuder

Cuenta la leyenda que la ciudad se creó como prueba de amor de un califa a una bella muchacha de nombre ‘Zahra’‘ (flor de azahar). Unos diez mil trabajadores trabajaron en su construcción, mandados por el califa  Abd Al-Rahman III, en el siglo X, durante 25 años con la intención de que se constituyera como capital del califato en Al-andalus. Luego, la guerra y los continuos saqueos, la postraron en el mayor de los olvidos.

Fue a primeros del siglo XX cuando los arqueólogos se percataron de que debajo de un promontorio que había sido utilizado como cantera, se encontraba una de las ciudades más bellas de Occidente. ‘Madinat Al- Zahra’, es un claro ejemplo de ciudad andalusí.

Fotografía: Paco Peña

Fotografía: Paco Peña

Situada en el ‘Monte de la desposada’, en su ladera norte, frente al valle del Guadalquivir, el yacimiento arqueológico ocupa unas 112 hectáreas y está dividida en tres terrazas, (una de ellas está aún sin excavar), aprovechando el desnivel del terreno.

Lo más sorprendente del complejo arquitectónico, es el conjunto palaciego formado por dos grandes salones. Uno puede imaginarse la riqueza y el boato de la época califal, cuando contempla los patios porticados que presidían las distintas estancias, jalonados con puertas cuyas jambas llevaban pilastras de mármol blanco bellamente adornadas.

Fotografía: Paco Peña

Fotografía: Paco Peña

El más famoso es el ‘Salón Rico’, donde alternan los fustes de mármol rosa y azul de sus columnas, y sus arcos de herradura, propio de la arquitectura árabe, junto al artesonado de madera de la techumbre.

Encontramos también el denominado ‘Edificio de Alcobas’, que data de la época de Al-Hakam II, rematado con arquerías y capiteles , así como una compleja  y ordenada red de alcantarillado, fuentes y jardines, e incluso habitaciones para el ejército y guardias del Califa, como ‘la Casa de los Visires’, algo no tan habitual del urbanismo musulmán tendente a una planificación más laberítinca como ocurre en otras ciudades construidas en aquella época.

Fotografía: FerPer

Fotografía: FerPer

De hecho la ciudad fue residencia del califato que trasladó hasta allí su corte como símbolo de poder y dominio. Rodeada por una gran muralla, de la que sólo se conservan algunos restos, se cree que una de sus puertas conectaba directamente con la ciudad de Córdoba, lugar hacia donde se trasladó el califato con posterioridad.

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