Viajes

Puntualizo: no es intención nuestra que lo pasen mal. Ni mucho menos. Es sólo un juego de palabras….No obstante están advertidos, en este Museo, pueden que no ‘disfruten’ en el sentido más literal de la palabra, eso sí, saldrán con un sentimiento ‘renovado’ de ser mejores personas. Y es que la crueldad humana parece que no tiene límites.

No sé porqué pero da la impresión al ver algunos de los instrumentos con los que, durante miles de años, el hombre se han encargado de ‘quitarse’ a sus enemigos de enmedio, que, en el fondo, subyace la idea de ‘PACIFISMO’ (con letras mayúsculas). De hecho, pienso que es uno de los museos más ‘pacifistas’ del mundo.

Puede que la expresión sea algo exagerada pero, si quieren experimentar qué se siente comprobando cómo funcionaban estos mecanismos tan malévolos (por fortuna, ya desterrados), les aconsejo que se pasen por aquí.

El Museo de la Tortura, no es tan famoso como el Museo Van Gogh, (por poner solo un ejemplo del medio centenar de recintos temáticos, desde pinacotecas, pasando por residencias de personajes famosos, en un barco o imitando un sex shop), que pueden encontrar, solamente en Amsterdam, (aunque Holanda, en sí es todo un Museo), y suele ‘pasarse de largo’, en los ‘tour’ más habituales.

Situado en el número 499 de la calle Singel, y tras el recibimiento tan ‘caluroso’  de la entrada, tendrán la sensación de que entran en una cámara de tortura, y si se descuidan, incluso acabarán ajusticiados… En su interior, a través de paneles interactivos, reproducción de grabados antiguos y fotografías, conocerán la historia de la tortura a través de los siglos.

Luego, y si ya se ha curado del espanto, aparecerán ante sus ojos los instrumentos más maléficos utilizados para ajusticiar a los reos: garrote vil, la guillotina, la silla eléctrica…(y otros, que dan miedo sólo con nombrarlos). Tras este paseo, le recomiendo que se den una vuelta por algunos de los jardines que coronan la ciudad y respiren….

Vía| Museo de la Tortura

Más info| Museos en Amsterdam