Viajamos en el tiempo a la cuna de Igor Stravinsky

18 junio, 2009
Fotografía: Mothlike

Fotografía: Mothlike

Igor Stravinski nació en la ciudad de Oranienbaum (hoy, Lomonósov), al noroeste  de Rusia. El compositor, autor de ‘El pájaro de fuego’,  que ayer estaba de aniversario, vivió durante su niñez y primera juventud en esta ciudad que, hasta mediados del XX, pasó casi de puntillas para el turismo foráneo . Tras la Segunda Guerra Mundial, el impresionante conjunto palaciego que rodea la urbe, salió a la luz.

Nacer en una localidad de abolengo para un artista, en este caso un reputado compositor y director de orquesta, no es frecuente. Stravinsky tuvo esa suerte.Aunque estudió Derecho, su padre, cantante de ópera, consiguió meterle  el ‘gusanillo’ de la música, y tras ser discípulo del gran maestro Rimski-Korsakov, marchó a París, donde se estrenaron varios de sus composiciones para ballet.

Fotografía: thisisbossi

Fotografía: thisisbossi

A partir de ahí, el ritmo imparable de ciudades, sus amistades y colaboraciones musicales, y su fama de reputado intérprete de piano y de director de orquesta, le encumbraron al éxito. Su vida fue inquieta, profusa y apasionante. Pocos conocían sus orígenes. Oranienbaum fue, durante muchos años, la gran desconocida. Acomplejado ante las maravillas del Palacio de Peterhoff, el denominado ‘Versalles ruso’, mandado construir por Pedro I el Grande, el palacio de Oranienbaum, es el ejemplo más fidedigno de un palacio del siglo XVIII.

De dimensiones más reducidas, sin embargo, permanece casi intacto, como si la huella del tiempo no hubiera hecho mella. En su interior, los aposentos permanecen tal y como se utilizaron durante su época de máximo esplendor. Y es que, el palacio se salvó de los bombardeos nazis. Rodeado por un extraordinario invernadero de plantas ‘exóticas’, entre ellas algunos naranjos traídos de Oriente, (Oranienbaum, significa ‘Naranjo’), puede que el extraordinario ‘brillo’ de su vecino Peterhorff, le confiriera un ‘anonimato’ preservando, éste último,  su autenticidad, callado, inviolable…

Tras la segunda gran guerra, y reconvertida la ciudad en Lomonósov -en homenaje al científico y famoso soplador de vidrio, Mijail Lomonósov– (la universidad de Moscú también se llama así), fue incluida dentro del centro histórico de San Petersburgo y su conjunto monumental, declarado Patrimonio Universal por la UNESCO.

Vía | Wikipedia
Más información | Lomonósov