Fotografía: CMuñoz
A 45 minutos de la ciudad de Burgos, existe un pueblo llamado Santo Domingo de Silos, donde se puede encontrar un monasterio que recibe el mismo nombre de la localidad. Se trata de un punto de visita maravilloso para cualquier turista que se aventura a conocer el lugar.
El Monasterio de Santo Domingo de Silos está construido a la vieja usanza de los edificios de antaño. Presenta una arquitectura medieval digna de conocer y que asombra a cada visitante que llega. Sus largas paredes, sus elevados techos, las formas de los cuartos y el diseño en general del lugar lo convierten en un sitio muy interesante desde cualquier punto de vista.
Otro de los aspectos que más llaman la atención son los claustros que llevan temas paisajísticos. La arquitectura religiosa desborda arte y talento y se pueden apreciar grabados que tienen varios años de antigüedad en muchas de las paredes del monasterio.
Pero tal vez el atractivo más llamativo y que dejará un recuerdo imborrable de la visita a este monasterio es que los monjes, todos los días a las 7 de la mañana entonan cánticos gregorianos que son un deleite para el oído. Su repertorio es fantástico y cualquier persona se queda maravillada por la interpretación de los monjes que, incluso, han grabado dos discos de cantos gregorianos.
El silencio del lugar es sólo interrumpido por los cantos de los monjes y eso hace que aparezca un ambiente realmente espectacular. Cuando dejan de cantar, el silencio vuelve a dominar todo el lugar y es increíble todo lo que se vive.
Los encantos del monasterio de Santo Domingo de Silos se pueden conocer en una sola tarde, pero es mucho más recomendable llegar al lugar muy temprano para poder tener la experiencia de escuchar a los monjes.
Las visitas guiadas tienen un precio promedio de 3 euros.
