Fotografía: por Renata F. Oliveira
Portugal es uno de los países en los que la Navidad se celebra de formas diferentes según en la región que te encuentres. Pero hay algo que une a todo el país y que no falta en estas fechas en ningún lugar, se trata del fuego, un elemento que simboliza el triunfo de la luz sobre las tinieblas.
En la zona norte del país se inspiran siempre en las leyendas de los normandos, en las valquirias y druidas. Si nos trasladamos al centro y sur del país encontramos ritos religiosos católicos, según se celebran en Roma, como pesebres vivientes, misas del gallo, adoraciones.
En Nochebuena es tradición asistir todos a la Misa del Gallo y cuando ésta acaba pasar a besar los pies de la figura del Niño Jesús.
Después llega la quema de leña o de tocones de Navidad, una tradición muy antigua, creen que cuanto más grande sea el tronco y más tiempo dure encendido, mejor será la buena suerte para los tiempos futuros.
Fotografía: por aboraq
En Benquerença, donde no se celebra la Misa del Gallo, las muchachas y muchachos recorren las calles con platos de harina dibujando cruces blancas en las puertas de las casas.
Cuenta la tradición que uno de los soldados de Herodes buscando a Jesús por las calles de Belén, dio con la puerta trasera del lugar donde se ocultaba la Virgen María con el Niño Jesús y la marcó con harina antes de ir a buscar ayuda. Cuando volvió con el resto de la soldadesca descubrió espantado que todas las puertas de la calle estaban marcadas con la misma señal.
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