Aragón y sus pueblos medievales (III)

4 febrero, 2010
Fotografía: Reinante El Pintor de Fuego

Fotografía: Reinante El Pintor de Fuego

A orillas del río Jiloca se eleva el imponente recinto amurallado de Daroca (Zaragoza), que siglos atrás sirvió de parapeto fronterizo en las múltiples escaramuzas de reconquista. La gran muralla, con casi cuatro kilómetros de perímetro todavía protege en su interior un casco histórico con más de cincuenta monumentos.

En Daroca convivieron las tres culturas (cristiana, musulmana y judia) dejando una herencia espectacular, tanto en arquitectura podemos contemplar distintos estilos, gotico, mudejar, barroco, en sus edificios, iglesias, urbanismo; como en pintura y orfebrería principalmente de estilo gótico, que podemos visitar en sus museos.

Las puertas principales son la Puerta Alta y la Puerta Baja y su templo más visitado la iglesia de Santa María, famosa por el milagro de los Corporales. Milagro acaecido en el siglo XIII por el que, durante un ataque por sorpresa de las tropas moras, las hostias sagradas escondidas por un cura en un corporal (tela que se coloca bajo el cáliz) se convirtieron en sangre. Hoy se venera en una custodia-relicario del siglo XIV.

Fotografía: Rafael Jiménez

Fotografía: Rafael Jiménez

En sus alrededores se encuentra la Laguna de Gallocanta, una de las más grandes extensiones de agua salada de la península, en la que contemplar en primavera y otoño las cada vez más numerosas grullas procedentes del norte de Europa.

Más información| Daroca, Acerca de Darcoa, Red de Aragón