Fotografía: Tecnotemas
Cuando hablamos de turismo no necesariamente tenemos que mencionar aquellos destinos de sol y playa del Caribe, o las bellas montañas europeas para esquiar. Algunas personas buscan destinos un poco más alejados. Más precisamente en el espacio. Todos recuerdan a Dennis Tito, aquel multimillonario estadounidense que pagó más de 20 millones de dólares para “dar un paso” en la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, lo que en un principio fue el capricho de una persona con dinero de sobra se ha transformado en una industria turística.
Muchas empresas están vaticinando con la masificación de los viajes al espacio en los próximos años y a raíz de ello se ha formado un negocio turístico bastante jugoso para las agencias de viajes. Una de las últimas empresas en sumarse a esta movida fue Destinia.com, de origen español.
Según sus directivos, el objetivo es poner los viajes espaciales al alcance de aquellas personas que tienen el poderío económico para costear la experiencia. Si bien muchos desean emular el viaje de Dennis Tito también existen alternativas más baratas, aunque igual de incosteables para los bolsillos comunes y corrientes.
En los últimos años muchas personas han optado por la experiencia Zero G. En sí no consiste en un viaje al espacio, pero es una alternativa para emular la sensación de gravedad cero que se vive dentro de los módulos espaciales. Por 4 mil euros pueden subirse a un avión Boeing que cuenta con un sistema especial que permite generar un espacio sin gravedad en su interior.
Si quieren algo un poco más arriesgado pueden desembolsar 90 mil euros y realizar un viaje suborbital, que se lleva a cabo con naves especiales que salen de la órbita de la Tierra y vuelven a ingresar. De todos modos, esta alternativa todavía no se encuentra operativa y habrá que esperar al menos un año para poder realizarla.
Y por último, para los afortunados que tengan 15 millones de euros extras en su cuenta bancaria pueden llegar hasta la Estación Espacial Internacional y quedarse allí durante diez días para ver la Tierra desde lo más alto.
