Valencia se ve asomada sobre el mar Mediterráneo y de hecho, gracias a su posición geográfica, su clima es típicamente mediterráneo, con inviernos suaves y veranos calurosos. Siempre por el hecho de su posición abierta sobre el mar, el la ciudad se ve influenciada por la presencia de las brisas, que soplan sobre ella con una media de 150 días al año, especialmente en verano.
Cosa que os gustará mucho, la ciudad cuenta con más de 300 días de sol al año, así que también en invierno vais a poder disfrutar de días soleados, aunque claramente la temperatura está más baja. Los meses más fríos son enero y febrero, las temperaturas pueden llegar hasta los 11,5 °C, aunque en invierno no suele llover (las lluvias están concentradas en otoño). Así que el tiempo en Valencia en invierno es bastante suave, genial para los que no son ni calurosos ni frioleros; o sea que no hace calor como en las islas Canarias pero tampoco frío como en la montaña.
En cuanto a las actividades valencianas invernales ahí tenemos todas las navidades, con sus varias fiestas, sus luces que adornan la ciudad, los belenes y las varias fiestas, como la de los Santos Inocentes (el 28 de diciembre, conocida como la fiesta de los locos) y la Cabalgata de los Reyes Magos (el 6 de enero). Genial también para probar los dulces y turrones o para tomarse un buen chocolate con churros en la horchatería Santa Catalina, tras un día de paseo por la ciudad.
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