El desierto de Argelia, óptima meta para escaparse del frío

15 febrero, 2013
viajar al desierto

Fotografía de amekinfo

El sol que brilla en el desierto en los meses de invierno es una sensación como ninguna otra. Por desgracia, gran parte de los terrenos ocupados por el Sahara están prohibidos a los turistas: es el caso de Libia, Níger, Malí, y Mauritania.

Pero desde hace un año Argelia se ha vuelto accesible gracias a los esfuerzos del gobierno que con el Ejército y la Fuerza Aérea tiene controladas las fronteras con Níger y Malí. Pero la ciudad de Djanet y las metas más típicas del desierto argelino están de nuevo el alcance de los turistas.

Djanet es un oasis Tuareg que durante siglos fue uno de los principales cruces de caminos entre África y el Mar Mediterráneo. Desde aquí se pueden hacer excursiones que llevan al Najer Tassili, un macizo montañoso en el sureste del país, cerca de la frontera con Libia. Rico en petroglifos y en piedras con formas fantásticas; a los pies de la cadena se encuentra Ouadi Djerat, una especie de río fósil que ha excavado un cañón lleno de esculturas y pinturas que datan de la època preislámica.

Djanet es la base para visitar la Acacus, otra zona montañosa con un paisaje muy arenoso, con dunas de hasta 200 metros intercaladas con rocas de rara belleza.

También encontramos la volcánica Haggar, un paisaje extraordinario elaborado durante varias eras geológicas por erupciones que lo han llenado de lava y de fragmentos de cráteres. La meseta está dominada por el Monte Tahat que con sus más de 2900 metros es el pico más alto del país. Pero también encontramos otros picos y monolitos verticales de roca, como las paredes Tezuyeg, compuestas por basalto y tan amadas por los escaladores de todo el mundo; se destacan en el contexto alternándose a las extensiones de piedras, arena del desierto y enormes rocas de granito.

Djanet seguramente es un buen destino para escaparse del invierno.

Guía de viaje | Argelia

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