Sicilia tiene lugares maravillosos por descubrir, con rincones que esconden joyas raras, como es el caso de Milazzo, con su mar azul turquesa, el castillo y sus rincones con una espléndida panorámica que te dejan sin aliento.
Milazzo se encuentra en la parte oriental de Sicilia, a una hora y media de Catania y generalmente se considera sólo como punto de tránsito para los que se dirigen a las Islas Eolias, en efecto, es conocida como “la puerta de las Islas Eolias.” Desde aquí se puede tomar un ferry a Lipari y Vulcano, así como dar un paseo en las islas exteriores del archipiélago.
Entre sus raras bellezas destaca su playa, con vistas a la costa del Mar Tirreno; es una playa de arena con algunas palmeras y aguas cristalinas. Las bahías y calas coloreadas se añaden a su encanto, sobre todo al atardecer. De esta manera Milazzo bien merece el denominativo de “Reina del Mar“.
Desde la playa se puede ver el imponente castillo, recientemente restaurado, que por sí solo merece una visita, sobre todo por las vistas panorámicas que ofrece. Fuera de la fortaleza se encuentra el pueblo medieval con calles estrechas y plazas, ofreciendo puntos de interés turístico, como iglesias y monumentos religiosos e históricos, pero también lugares para pasar una tarde agradable.
En Milazzo también se dice que nació el granizado. Y ya que estamos en una localidad de pescadores no se puede perder el sabor del pescado y del marisco en la orilla del mar, tal vez en el restaurante Doppio Gusto o al Salamone a Mare.
Milazzo cuenta con una buena oferta hotelera y no tendrá problemas para encontrar un alojamiento, sea en el centro que en las afueras.
Un gran lugar para pasar un par de días sin preocupaciones o un fin de semana romántico.
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