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Con los primeros fríos y el verano ya dejado a las espaldas, nos adentramos siempre más en la temporada de otoño. “Ya no hay medias estaciones“, dice un famoso cliché, ¿pero estamos seguros?
Tal vez el clima nos impide ver el ambiente que nos rodea, con las caídas repentinas de la temperatura no nos damos cuenta de una fase de transición que, en cambio, bien se manifiesta en los colores de las plantas. El otoño se expresa con toda su fuerza en las hojas amarillentas de los árboles, creando un paisaje mágico y sugestivo, digno de los mejores pintores expresionistas.
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Los paseos por el bosque en otoño son los más atractivos del año, aunque están un poco discriminados, ya que engendran tristeza pensando al verano que ya ha terminado y al invierno que se va acercando. Ahí afuera hay un entero mundo por descubrir a través de todos los colores de las hojas y del dulce perfume.
Esta es la temporada ideal también para practicar muchos deportes, desde una carrerita a un paseo en bici, desde el senderismo al alpinismo, al descubrimiento de los bosques más sugestivos del planeta.
