Hotel Unique (Sao Paulo), premio a la Excelencia 2009

4 mayo, 2009
Fotografía: BuenosAiresPhotographer.com

Fotografía: BuenosAiresPhotographer.com

Según la guía de viajes especializada ‘Condé Nast Johansens’, el hotel ‘Unique’, en la ciudad de Sao Paulo (Brasil), es el mejor de toda América del Sur. Los lectores de la revista y aquellos que han sido huéspedes del establecimiento,  le confieren la máxima puntuación. Lo más sorprendente es que, para esta publicación, Brasil copa prácticamente todas las categorías a los Premios a la Excelencia 2009. Sus razones tendrá…

Teniendo en cuenta que la selección la ha hecho una de las revistas más prestigiosas en el sector del turismo y la hostelería, argumentos de peso debe haber para que cinco hoteles de todo el país, se hallan posicionados  como los mejores de toda latinoamérica. Junto a Unique, aparecen los ‘brasileiros’: ‘Pousada Maravilha’ (Pernambuco), ‘Kiaroa’ (Maraú, Bahía), ‘Ponta dos Ganchos’ (Florianápolis, Santa Catarina), Kurotel’ (Gramado, Rio Grande du Sol), y ‘Hotel Las Balsas’ (Argentina).

 

La verdad, es que contemplando el Hotel ‘Unique’, levantado por Ruy Ohtake, se queda uno con ganas de descubrir qué te espera en su interior. Ohtake, discípulo de Niemeyer, ha construído un edificio cuya estructura asemeja  a un galeón del siglo XVI, con ventanas que parecen ‘ojos de buey’, pero que también puede recordar a una moneda partida por la mitad. Fijada en la base  por láminas de hormigón.

Fotografía: coc@

Fotografía: coc@

El interior del hotel vanguardista, guarda algunas sorpresas. Las habitaciones se encuentran, casi todas, en su parte alta, y algunas de ellas, las situadas en los laterales, siguen la curva del edificio. El lobby, formado por mesas y amplios butacones  el salón, recubierto de madera, como si fuera un camarote, y la piscina  de color carmesí.

El resultado: un edificio  que sabe aprovechar el espacio y la altura (no se permite superar los 85 metros), sin renunciar al confort, y que a pesar de que está catalogado como hotel de lujo, sus precios no son tan astronómicos como se podría pensar.