Donde nació el Alpinismo

26 diciembre, 2009
Fotografía: Alain Wibert

Fotografía: Alain Wibert

No es sólo la cima del Mont Blanc, la cumbre más alta de Europa fuera del Cáucaso. A su lado aparecen la Aiguille du Midi, los Drus o la Aiguille Vert. Nombres míticos para todos los aficionados al alpinismo, donde algunos forjaron su leyenda e inscribieron su nombre en la historia del alpinismo.

Todas estas cimas son visibles desde Chamonix, en el fondo del valle, o desde los miradores de las Aiguilles Rouges, que ofrecen una panorámica excepcional de algunas de las cumbres más difíciles y deseadas por los alpinistas.

Todo empezó en Chamonix. Primero cuando un par de aristócratas ingleses descubrieron el valle en 1741 y lo dieron a conocer de manera que pronto se consideró una etapa de Le Grand Tour. Más tarde, en 1760, Horace-Bénédict de Saussure, ofreció un premio al primero que conquistara la cima del Mont Blanc, lo que no se consiguió hasta 1786. El teleférico a la Aiguille de Midi (3.842 metros, a menos de mil de la cima del Mont Blanc) es una experiencia sobrecogedora.

Fotografía: Rob Alter

Fotografía: Rob Alter

Completamente diferente es la experiencia que ofrece el tren de cremallera de Montenvers, que en pocos minutos permite acceder a la Mer de Galce, el Mar de Hielo, el enorme glaciar que desciende de las altas cumbres. Las vistas de los Grandes Jorasses y los Drus son espectaculares.
Más información| La Compagnie des Guides de Chamonix, Compagnie des Guides de Saint Gervais, el tren de cremallera de Montenvers