Fotografía de Juanjo
Hasta hace dos días ni sabía yo de la existencia de esta ruta. No sé si he comentado alguna vez por estos lares que visitar Andalucía es una de mis asignaturas pendientes. Pues ahora, después de investigar un poco sobre la Ruta de los Pueblos Blancos, estoy decidida a descubrir por mí misma la belleza de esos lugares.
La Ruta la componen 19 poblaciones, la mayoría en la provincia de Cádiz, y algunos en la de Málaga. Las fuentes que he visitado recomiendan comenzarla por Arcos de la Frontera, capital y entrada de la Ruta, y según algunos, uno de los pueblos más hermosos de España. Situada sobre una peña en la Serranía de Cádiz, sus casas de un blanco impoluto semejan una cabellera nevada que se desliza por la ladera. Su nombre proviene de la época en que fue un asentamiento romano, sin embargo, es su herencia musulmana la que más percibe el visitante. Eso, unido a sus fachadas góticas, renacentistas y barrocas, hace del conjunto una hermosa joya de una riqueza cultural y artística incalculable.
El Parque de Grazalema es otro lugar de parada obligada, así como el municipio del mismo nombre, que resulta ser el más lluvioso de Andalucía y de la mitad sur peninsular. Dentro del ámbito del Parque hay seis municipios que han sido declarados Conjuntos Históricos, entre ellos el casco histórico de Grazalema, Ronda, Benaocaz y uno que os sonará a todos… Ubrique. Además, castillos, cuevas, torres, zonas arqueológicas y monumentos de esos lugares son considerados Bienes de Interés Cultural.
La Garganta Verde, un barranco que pertenece a Zahara de la Sierra y que está dentro del Parque, es un lugar fascinante, al que se puede acceder (solo hasta cierto punto) a través de una ruta de senderismo. Por su parte, Zahara, encaramada en la Sierra del Jaral, es un espejo a tiempos pasados, con sus calles escalonadas y un entramado urbano típicamente andalusí, en marcado contraste con algunos vestigios medievales que también conserva.
Por último, y no porque no haya más, que son 19, sino porque para muestra bien vale lo que os he comentado… llegamos a Setenil de las Bodegas. Os recomiendo que googleeis sus imágenes, porque vais a alucinar cuando veáis la ubicación de las casas, integradas en la roca, adaptándose a su forma, asomando por encima y por debajo de la misma, ubicándose en su interior…
Bueno, ¿qué os parece? A mí me ha encantado, y eso que no hemos entrado a comentar gastronomía, ni folklore… ¡habrá que ir a descubrir lo que nos falta!
Guía de viaje | Cádiz
